Los cuartos de baño se suelen reformar por muy diversos motivos. En ocasiones nos encontramos con "cuartos de baño" que no se corresponden a los tiempos en que vivimos. En algunos pisos antiguos de Ciutat Vella, en el Raval o el Barrio Gótico todavía existen cagaderos en las galerías, que no son más que un retrete habilitado en un extremo del balcón, donde algunas personas ancianas y sin recursos continúan saliendo a hacer sus necesidades. En otros barrios, como el Eixample, hay cuartos de baño que parecen de museo, con suelos, cerámicas y mobiliario de hace un siglo, pero casi siempre tan deteriorados que nada de lo que hay se puede aprovechar.
La gente reforma su cuarto de baño cuando éste se hace viejo, pero fundamentalmente cuando lo necesita. Hay personas mayores que no pueden entrar en la bañera y quieren un plato de ducha. En otras ocasiones las tuberías y desagües son tan viejos que tienen filtraciones y provocan humedades en el piso de abajo. Otro motivo de reforma suele ser que la porquería se quede depositada en el desagüe del retrete, y que eso dé lugar a malos olores permanentes, que no se pueden quitar.
También, por supuesto, muchas personas optan por reformar su cuarto de baño por razones estéticas, porque desean poner una cerámica más bonita o simplemente piensan que ha llegado la hora de cambiarlo. Y también para mejorarlo, añadiendo servicios de los que antes no disfrutaban, como hidromasajes, etc.
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